Hormigas asesinas


Aunque individualmente las hormigas no representan generalmente una amenaza para el ser humano, no se debe nunca subestimar el poder destructivo de este increíble animal capaz de formar colonias de más de 20 millones de individuos. Y es que la principal fuerza de este voraz depredador no consiste en sus poderosas mandíbulas ni en su aguijón capaz de inocular ácido fórmico, el arma más peligrosa de este insecto es su gran número.
Existe gran diversidad de especies de hormigas en el planeta, se calcula que existen alrededor de unas 10.000 en todo el mundo, de sus "hazañas" todos hemos oído hablar en alguna ocasión: usar hojas para cruzar ríos, lanzar su ácido fórmico a distancia apuntando a los ojos de sus presas, levantar varias veces su propio peso con la ayuda de sus mandíbulas, desarrollar hábitos de ganadero ordeñando y protegiendo a los pulgones, cortar hojas que almacenan para cultivar hongos que les sirven de alimento.
Sin embargo lo más inquietante de su comportamiento es su voraz apetito, las hormigas no conocen de amigos, no hacen prisioneros y no repudian ningún tipo de carne, su comportamiento es extremadamente agresivo y defienden su hormiguero hasta la muerte. No en vano es el insecto social más extendido y de mayor éxito del planeta, como si de un único individuo se tratase la colonia de hormigas actúan al unísono, en sus partidas de caza unifican sus fuerzas contra presas de mayor tamaño y cualquier animal que no consiga escapar a su furia perecerá ante cientos de miles de pequeñas mandíbulas.